El 23 de abril de 1616 fallecieron dos grandes figuras de la literatura universal: Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Por ello, la UNESCO estableció esta fecha como "El Día Internacional del Libro y del Derecho de autor". En este día tan especial para los que amamos los libros es importante recordar que la lectura es primordial en nuestras vidas, "un buen amigo" como le decía Mafalda a Miguelito en una de las famosas tiras que hemos recordado este año en la Semana de la Lectura.
Mis primeros recuerdos leyendo un libro son de cuando tenía unos seis años. Vivía por aquel entonces en una casa muy pequeña y tenía que compartir habitación con mis hermanas. Cuando abríamos todas las camas para dormir no quedaba ni un milímetro de espacio libre. Yo dormía junto a la pared, de tal forma que para levantarme debía pasar por encima de las demás camas así que, para no despertarlas, tenía que estar quietecita y esperar... y como yo era bastante más pequeña que ellas, siempre me despertaba la primera. Fue así como empecé a entretenerme en esos ratitos con los libros de "Los Cinco", y recuerdo que disfrutaba muchísimo con ellos...,todavía hoy los veo en casa de mis padres y pienso con nostalgia en aquellos maravillosos momentos... También vienen a mi mente los libros de la colección Barco de vapor con títulos como El pirata garrapata, con el que me reí mucho; o los de "Patoaventuras" que mi madre me compraba en el Círculo de Lectores; tampoco puedo olvidar las aventuras de las chicas del internado Torres de Malory, que me acompañaron en el hospital cuando tenía nueve años.
Al estudiar la carrera tuve que leer muchos libros que me parecían aburridos pero tengo que reconocer que de todos aprendí algo y que muchos me sorprendieron. Los títulos que me vienen a la memoria son: La voluntad de mi entrañable Azorín , Belarmino y Apolonio de Ramón Pérez de Ayala , las "Sonatas" de Valle-Inclán, Doña Bárbara de Rómulo Gallegos, Crónica de una muerte anunciada de mi queridísimo Gabriel García Márquez, por supuesto El Quijote de Cervantes, Misericordia y Marianela de Galdós, Sotileza de Pereda, Pepita Jiménez de Juan Valera...
Otras lecturas que recuerdo de forma especial en algunos momentos de mi vida son: Harry Potter, Millenium, La sombra del viento, Dime quién soy, Crepúsculo...
Como autores imprescindibles ahora mismo citaría a Muñoz Molina, Javier Marías, José Luis Sampedro, Almudena Grandes, Vargas Llosa, Ana María Matute, Isabel Allende...
Sin embargo, si tuviera que elegir un libro que yo recuerde con especial cariño ese es El Alquimista de Paulo Cohelo. Hay quien dice que muchos de los bestseller literariamente no tienen calidad, y aunque es cierto, también hay que reconocer que si un libro capta la atención de millones de personas, solo por el hecho de ser leído, tiene que tener algo de bueno. Añadiría aquí el derecho al "bovarismo" que defiende Daniel Pennac y con el que estoy completamente de acuerdo, porque todos los que leemos tenemos derecho a leer lo que queramos y especialmente a sentir la emoción adolescente que nos despiertan algunas lecturas, igual que a Madame Bovary le ocurría con las novelas románticas. Yo tengo especial cariño al Alquimista porque fue mi gran compañero cuando terminé la universidad, era mi guía, siempre que lo abría tenía algo que decirme. Me gustaba mucho porque me hacía reflexionar sobre mi vida y porque tenía -pensaba yo- respuestas para todo. Quiero terminar este pequeño homenaje a los libros con alguna de las frases que permanecen en mi memoria de aquella lectura: "acuérdate de saber siempre lo que quieres", "nunca desistas de tus sueños", "cada hombre en la faz de la tierra tiene un tesoro que lo está esperando" "donde esté tu corazón, allí estará tu tesoro".
¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!
